Esperanza Pradas > No le gustan las novelas de espadachines y echa de menos algo más de romanticismo. Si que le gusta la descripción del Madrid del Siglo de Oro y la obra le ha despertado interés por conocer más sobre las guerras de Flandes o la pintura de la época, y recomienda el video sobre "El Madrid de Alatriste"
Pura Martínez > Es su primera lectura de Reverte, no le gusta como persona pero le ha gustado el libro por lo bien que esta escrito, con palabras en desuso pero que se imaginaba el significado por el contexto. Tampoco le gustan los espadachines y por ser de Madrid conocía las calles y sitios donde se desarrollaba la trama.
Fina Ortiz > Ya lo había leído hace años y no le gustó. Ahora leída por segunda vez le ha gustado. Sobre todo por la descripción del ambiente de esa época, con palabras ya en desuso. Y también por la recreación del grupo de amigos.
Enriqueta Senabre > Ya había visto la película. Reverte no le gusta mucho pero si la novela, como refleja la miseria de aquel Madrid, donde los soldados eran poco menos que mendigos, y también la rivalidad entre poetas. Es una descripción social del reinado de Felipe IV.
Fernando Torner > No lo había leído por su forma de pensar, sobre todo en los artículos de "El semanal" que le parecen muy forzados. Pero en el libro destaca lo bien que utiliza el lenguaje, aunque a la trama le falta una historia de amor. Se ha llevado una sorpresa por el lenguaje.
José Arastey > Le gusta mucho Perez Reverte porque abarca muchos campos y señala que el primer libro se ve complementado por el resto de la saga. En la película lo que hacen es mezclar varios libros.
ALGUNOS COMENTARIOS DE ESTILO.
Narrado en tercera persona a modo de memorias de un testigo presencial, en este caso Iñigo Balboa, criado del capitán Alatriste, que en la época de los hechos tenia unos 13 años. El autor presenta primero al protagonista y después al narrador: "me llamo Iñigo". Para darle mayor verosimilitud recurre a las "lagunas de memoria": así cuando nos quiere indicar la fechas del "asunto de los ingleses" lo fecha "dos o tres años después de la tregua de Felipe III" o "debía ser el año 1625" (en realidad ocurrió en 1623) o cuando expresa "creo que sucedió". Sin embargo recuerda cosas secundarias: "al día siguiente era domingo" o algunas sensaciones: "el cielo era muy azul y muy limpio": esto es bastante verosímil. Para aquellos momentos en los que Iñigo no estaba presente, depende del testimonio de Diego: "el capitán me contará más tarde".
Otro recurso que usa el autor es el de la anticipación, así nos anticipa que Luis de Alquezar será el principal enemigo de Diego, y su sobrina Angélica su "amor fatal", aunque no lo desarrolla, solo nos muestra como le sonsaca información para atentar contra el capitán Alatriste, o como cuando advierte: la fiesta estuvo a punto de acabar en tragedia, sin embargo luego matiza con expresiones como: "pero no adelantemos acontecimientos" o "pero de nada aprovecha adelantar años ni acontecimientos"
Otras veces intercala "recuerdos" anteriores a la acción narrada, para contextualizar un personaje: "recuerdo un episodio", o realiza reflexiones de carácter "sociopolítico" sobre la naturaleza del pueblo español y la decadencia de la monarquía: "a la admiración por sus reyes siguió el menosprecio" para volver luego a la narración principal: “pero a lo que iba, les estaba contando”.
Otras veces recurre al recordatorio: "como ya referí hace un par de capítulos", o "ya he contado en el capítulo anterior", o simplemente "ya dije". Es también de destacar la contundencia de las primeras frases de algunos capítulos que ya nos "avisan" del contenido: "aquello parecía un tribunal" (capítulo 8) o "caí en la trampa (capítulo 10).
A nivel estilísticos es destacable el uso de un lenguaje evocador que nos sugiere el habla del siglo XVII: mandó a los herejes al Infierno, o a donde vayan los malditos luteranos, o expresiones como: voto al Chapiro Verde.En esta misma línea esta el empleo de palabras "arcaicas" pero usuales en la época: estaribel (carcél), jaque (delincuente), azumbre (borrachera), pisaverde (lechugino), broquel (escudo), fámulo (criado), herreruelo (capa corta) o tusonas (prostitutas de lujo); o también del mundo del hampa: chirlo (cicatriz) o gorriones (cómplices).
Otras expresiones de la época son
-poner "mirando a Triana" > matar
-hombre "de hígado" > colérico
También hace una imitación del habla andaluza de Velázquez > "con er permiso"
Otro recurso es el humor:
-se dedicaron a leer prosa el resto de su vida > Quevedo
-de fieles tengo los cementerios llenos > Olivares
Hay que destacar la maestría del autor con los adjetivos
=como los que le dedica a Quevedo: cojitranco y putañero.
=o los que usa para describir "aquél tiempo": magnífico, decadente, funesto y genial.
Aunque algunos parecen más propios del "culteranismo" del denostado Góngora.
=mirada glauca
=azul Velázquez
Otro recurso es el de la intercalación de varios poemas, ya que los propios poetas son protagonistas de la obras: Quevedo como protagonista y Lope de Vega como secundario.
=miré los muros de la patria mía
Podíamos considerarla como "novela histórica de aventuras" con guiños incluso a "Los tres mosqueteros" ( la cita al personaje literario Milady de Winter). Son históricos personajes como el valido Olivares, equivalente al Richelieu de Dumas, pero el autor se guarda mucho del "historicismo" incluso en citas: "que no pienso reseñar aquí porque eso está en los libros de Historia" o "los pormenores se encuentran de sobra en los anales de la época, a ellos remito al lector interesado en más detalles". Además la novela tiene otras lecturas:
=como guía literaria del Siglo de Oro
>las citas de obras "clásicas" > de Lope de Vega o Calderón de la Barca
>las batallas dialécticas entre Quevedo y Góngora
-musa que sopla y no inspira > a Góngora
-cima del vicio y del insulto > a Quevedo
>o del ambiente teatral de la época
-la división de las obras en tres actos
-los mosqueteros > claqué del siglo XVII
=como guía urbana del Madrid del siglo XVII
>el Alcazar Real
>el Corral del Príncipe
>las Gradas de San Felipe
>la Casa de las Siete Chimeneas
=como informe sobre las batalla de la primera guerra de Flandes
>Rocroi
>Nieuport
>Fleurus
>Julich
Enriqueta Senabre > Ya había visto la película. Reverte no le gusta mucho pero si la novela, como refleja la miseria de aquel Madrid, donde los soldados eran poco menos que mendigos, y también la rivalidad entre poetas. Es una descripción social del reinado de Felipe IV.
Fernando Torner > No lo había leído por su forma de pensar, sobre todo en los artículos de "El semanal" que le parecen muy forzados. Pero en el libro destaca lo bien que utiliza el lenguaje, aunque a la trama le falta una historia de amor. Se ha llevado una sorpresa por el lenguaje.
José Arastey > Le gusta mucho Perez Reverte porque abarca muchos campos y señala que el primer libro se ve complementado por el resto de la saga. En la película lo que hacen es mezclar varios libros.
ALGUNOS COMENTARIOS DE ESTILO.
Narrado en tercera persona a modo de memorias de un testigo presencial, en este caso Iñigo Balboa, criado del capitán Alatriste, que en la época de los hechos tenia unos 13 años. El autor presenta primero al protagonista y después al narrador: "me llamo Iñigo". Para darle mayor verosimilitud recurre a las "lagunas de memoria": así cuando nos quiere indicar la fechas del "asunto de los ingleses" lo fecha "dos o tres años después de la tregua de Felipe III" o "debía ser el año 1625" (en realidad ocurrió en 1623) o cuando expresa "creo que sucedió". Sin embargo recuerda cosas secundarias: "al día siguiente era domingo" o algunas sensaciones: "el cielo era muy azul y muy limpio": esto es bastante verosímil. Para aquellos momentos en los que Iñigo no estaba presente, depende del testimonio de Diego: "el capitán me contará más tarde".
Otro recurso que usa el autor es el de la anticipación, así nos anticipa que Luis de Alquezar será el principal enemigo de Diego, y su sobrina Angélica su "amor fatal", aunque no lo desarrolla, solo nos muestra como le sonsaca información para atentar contra el capitán Alatriste, o como cuando advierte: la fiesta estuvo a punto de acabar en tragedia, sin embargo luego matiza con expresiones como: "pero no adelantemos acontecimientos" o "pero de nada aprovecha adelantar años ni acontecimientos"
Otras veces intercala "recuerdos" anteriores a la acción narrada, para contextualizar un personaje: "recuerdo un episodio", o realiza reflexiones de carácter "sociopolítico" sobre la naturaleza del pueblo español y la decadencia de la monarquía: "a la admiración por sus reyes siguió el menosprecio" para volver luego a la narración principal: “pero a lo que iba, les estaba contando”.
Otras veces recurre al recordatorio: "como ya referí hace un par de capítulos", o "ya he contado en el capítulo anterior", o simplemente "ya dije". Es también de destacar la contundencia de las primeras frases de algunos capítulos que ya nos "avisan" del contenido: "aquello parecía un tribunal" (capítulo 8) o "caí en la trampa (capítulo 10).
A nivel estilísticos es destacable el uso de un lenguaje evocador que nos sugiere el habla del siglo XVII: mandó a los herejes al Infierno, o a donde vayan los malditos luteranos, o expresiones como: voto al Chapiro Verde.En esta misma línea esta el empleo de palabras "arcaicas" pero usuales en la época: estaribel (carcél), jaque (delincuente), azumbre (borrachera), pisaverde (lechugino), broquel (escudo), fámulo (criado), herreruelo (capa corta) o tusonas (prostitutas de lujo); o también del mundo del hampa: chirlo (cicatriz) o gorriones (cómplices).
Otras expresiones de la época son
-poner "mirando a Triana" > matar
-hombre "de hígado" > colérico
También hace una imitación del habla andaluza de Velázquez > "con er permiso"
Otro recurso es el humor:
-se dedicaron a leer prosa el resto de su vida > Quevedo
-de fieles tengo los cementerios llenos > Olivares
Hay que destacar la maestría del autor con los adjetivos
=como los que le dedica a Quevedo: cojitranco y putañero.
=o los que usa para describir "aquél tiempo": magnífico, decadente, funesto y genial.
Aunque algunos parecen más propios del "culteranismo" del denostado Góngora.
=mirada glauca
=azul Velázquez
Otro recurso es el de la intercalación de varios poemas, ya que los propios poetas son protagonistas de la obras: Quevedo como protagonista y Lope de Vega como secundario.
=miré los muros de la patria mía
Podíamos considerarla como "novela histórica de aventuras" con guiños incluso a "Los tres mosqueteros" ( la cita al personaje literario Milady de Winter). Son históricos personajes como el valido Olivares, equivalente al Richelieu de Dumas, pero el autor se guarda mucho del "historicismo" incluso en citas: "que no pienso reseñar aquí porque eso está en los libros de Historia" o "los pormenores se encuentran de sobra en los anales de la época, a ellos remito al lector interesado en más detalles". Además la novela tiene otras lecturas:
=como guía literaria del Siglo de Oro
>las citas de obras "clásicas" > de Lope de Vega o Calderón de la Barca
>las batallas dialécticas entre Quevedo y Góngora
-musa que sopla y no inspira > a Góngora
-cima del vicio y del insulto > a Quevedo
>o del ambiente teatral de la época
-la división de las obras en tres actos
-los mosqueteros > claqué del siglo XVII
=como guía urbana del Madrid del siglo XVII
>el Alcazar Real
>el Corral del Príncipe
>las Gradas de San Felipe
>la Casa de las Siete Chimeneas
=como informe sobre las batalla de la primera guerra de Flandes
>Rocroi
>Nieuport
>Fleurus
>Julich
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